Nuestro cuerpo está diseñado para moverse.
Nuestro cerebro necesita el movimiento para seguir desarrollándose y mantenerse sano.
Si has perdido movilidad, comienza poco a poco siguiendo estas pautas.
-
Ve lento y suave.
-
No hagas movimientos mecánicos, sino conscientes.
-
Presta atención a lo que haces.
-
Atiende a los detalles y a las pequeñas diferencias.
-
Aplica sólo la fuerza necesaria, no hagas esfuerzos.
-
Haz pausas
-
Haz los movimientos de tal modo que te sientas muy bien al hacerlos
-
Si aparece alguna molestia, detén lo que estés haciendo.
-
Sigue tus sensaciones y tu ritmo.
-
Disfruta del movimiento